El punto de encuentro es el barrio de Mataderos. Olores de comidas típicas facilitan el recorrido de los puestos en la feria. La sonrisa acompaña los rostros de las personas mientras Adriana Varela improvisa unos tangos.
Un paseo a puro color, con sonidos e intercambio cultural distinguen a este sitio visitado por turistas de todo el mundo. Grandes y chicos disfrutan en un predio tan imponente como encantador.
Los domingos de este año no pasaron inadvertidos, ya que en cada uno de ellos la feria se disfrazó especialmente para celebrar sus veinticinco años de nacimiento. Los domingos venideros tendrán la misma fuerza que los anteriores para seguir festejando “el triunfo de la democracia” como lo llama su fundadora Sara Vinocur.
La feria de mataderos es un espacio perfecto para la difusión de la cultura. Creada en 1986 y cumpliendo 25 años de permanencia, concentra diversas costumbres que caracterizan a nuestro país: artesanías, música y comidas. Declarada de interés Nacional por la Subsecretaría de Cultura de la Nación y dependiendo del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, la feria convoca cada fin de semana a más de 15 mil personas que se acercan a disfrutar del lugar en donde la ciudad y el campo se unen.
Todos los domingos la feria recibe gente que viene de distintos lugares de la Argentina y del mundo. Disfrutan de un paseo diferente a lo habitual, en donde las heterogéneas culturas se entremezclan y conviven de una manera armónica y organizada. “Cada domingo le ponemos el acento a una región del país y de los países hermanos, principalmente de Bolivia, Paraguay y Perú”, declaró Sara Vinocur, coordinadora de la Feria de las artesanías y Tradiciones Populares Argentinas.
El paseo está ubicado en el barrio de Mataderos, en Avenida de Los Corrales y Avenida Lisandro de la Torre. Posee tres áreas básicas: Artesanías Tradicionales, Festival Artístico y Destrezas Gauchescas. Asimismo, se realizan diversos festejos, entre los que se destacan La fiesta de la Pachamama, el Día Internacional del Folklore, el Carnaval Salteño, el Carnaval de NOA y de Oruro (Bolivia), la elección de la Flor del Pago y el Día de La Tradición.
La feria organizó grandes conciertos con motivo de sus bodas de plata. Artistas de la talla de Javier Calamaro y Adriana Varela se hicieron presentes en el escenario principal. Sin difusión previa, el espectáculo estuvo colmado. La gente oía sus voces y se acercaba para disfrutar de un grato momento junto a estas figuras.
A pesar de encontrarse en uno de los lugares más humildes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la feria de Mataderos cuenta con una gran riqueza. Entre ellas, la diversidad de culturas y el patrimonio humano. El barrio lleva este nombre debido a que era y sigue siendo el punto donde se reúne y concentra el ganado de distintas partes del interior del país para ser comercializado en Capital Federal y gran parte de Buenos Aires. Dicho lugar es el reconocido Mercado Nacional de Hacienda que fue creado en 1890 y actualmente sigue funcionando.
Esta pintoresca feria cuenta con espectáculos de diversa índole. Frente al Mercado Nacional de Hacienda se encuentra un escenario al aire libre en donde músicos tocan en vivo mientras la gente baila agitando sus pañuelos al ritmo del folklore. Las llamadas “Carreras de sortijas”, domas y jineteadas se realizan a media tarde sobre la Av. de Los Corrales en un tramo de poco más de 100 metros de largo.
El primer fin de semana de noviembre, la feria se vistió de Córdoba con bailes y comidas representativas a la provincia céntrica de nuestro país. Debido a esta ocasión, artistas zonales pintaron murales para conmemorar el cuarto de siglo que cumplió el espacio cultural.
Gauchos, porteños y gente proveniente de diferentes países, se relacionan para disfrutar de un lugar que tiene todo: exposiciones, obras de teatro, artesanías, caballos, espectáculos, libros, juegos tradicionales para niños, baile popular y una gran variedad de puestos de comidas regionales. Entre los productos artesanales que se venden en la feria se pueden encontrar artículos realizados con cuero o madera, ponchos, cuadros, joyas de piedra y plata, bombos y guitarras, toda clase de adornos, y los infaltables mates tradicionales.
La comida también cumple un lugar importante ya que cuenta con una gran variedad de sabores y olores típicos de cada región. Se pueden degustar diferentes cortes de carne y achuras a la parrilla, locro, empanadas, tamales, toda clase de quesos, tortas y pinches de frutas acaramelados entre otras opciones.
El artesano Adrian Fuentes cuenta sobre su trabajo y el crecimiento de la feria en los últimos 25 años.
La feria de Mataderos es una excelente propuesta que no solo se disfruta individualmente sino que se comparte entre familia y amigos. La difusión de culturas promueve valores que integran a las sociedades. Su magia y fortaleza incide justamente en que es un lugar donde todos se sienten iguales, y sobre todo, “como si estuvieran en su casa”, expresó su fundadora, Sara Vinocur.
